jueves, 10 de junio de 2010
sábado, 15 de mayo de 2010
ABUSO ESPIRITUAL Juan 8
viernes, 22 de enero de 2010
Reconstruyendo mi sueño
Palabra de Hoy: | |
Reconstruyendo mi sueño Cuando te propongas construir algo en tu vida, pide a Dios las herramientas necesarias para lograrlo. |
lunes, 4 de enero de 2010
Una enseñanza de Sócrates
En la antigua Grecia, el filósofo Sócrates gozaba de alta reputación y admiración por sus conocimientos. Un día un conocido encontró al gran Maestro en la calle, y le dijo:
“Sócrates, ¿usted sabe lo que he oído acerca de un amigo suyo?”
“Un momento”, replicó Sócrates. “Antes que me diga algo, quiero ver si usted supera una pequeña prueba. La llaman prueba del triple filtro”
“¿Triple filtro?”
“Así es”, continuó Sócrates. “Antes que me hable de mi amigo, es una buena idea tomar un momento y filtrar lo que usted va a decirme.
El primer filtro es la verdad. ¿Está Ud. absolutamente seguro que lo que va a decirme es verdad?”
“No”, dijo el hombre, “realmente sólo lo oí y…”
“Muy bien, replicó Sócrates. “Entonces usted no sabe realmente si es verdad o no. Veamos el segundo filtro, el filtro de bondad.
¿Lo que me va a decir de mi amigo es algo bueno?
“No, al contrario…”
“Entonces – prosiguió Sócrates – me va a decir algo malo de él, pero usted no está seguro de que sea verdad. Todavía falta un filtro: el de utilidad. ¿Lo que me va a decir de mi amigo es útil para mí?”
“No, realmente no.”
“Bueno”, concluyó Sócrates, “si lo que me va a decir no es ni verdad, ni bueno, ni aún útil, ¿Para qué me lo quiere Ud. decir?”.
…cada vez que quieras decir algo sobre alguien, prueba a ver si pasa por el triple filtro que aplicaba Sócrates: Es verdad, Va a producir algun bien y Va ser util, si no pasa, mejor no lo digas.
jueves, 24 de septiembre de 2009
La Iglesia ”Casa de Oración” Chulucanas – Piura – Perú
Obra en niños
Resumen
Quisiera contar algunos de los secretos porque AMOR A LOS MUERTOS
Lo natural en la vida es que el amor sea dado o demostrado a los que están vivos. No tiene sentido amar quien ya murrio, pues quien ya murió no tiene condiciones de reaccionar o responder a ese amor. Recientemente vi un reportaje sobre los indios de la Amazonia peruana que realizan fiestas y cantan a sus muertos. Esa acción puede servir de algo a quien las practica, pero eso en realidad no altera en nada a los muertos homenajeados.
En el texto de Efesios 2.4-5 leemos que Dios nos amo inmensamente cuando aun estábamos muertos. El abundante amor de Dios tuvo como objetivo a nosotros, muertos en nuestros delitos y pecados. Este texto nos enseña algunas lecciones preciosas:
1. La iniciativa de amarnos fue del propio Dios. “El nos amo”, nos dice Pablo. Dios es amor, por tanto, la iniciativa es siempre de Él.
2. No existe ningún mérito humano para recibir el amor de Dios. “Cuando estábamos muertos”, él nos amó. ¿Qué es lo que puede hacer un muerto para agradar a un vivo? ¿Que podríamos hacer en nuestra condición de muertos para agradar a Dios y recibir su amor?
3. A diferencia de los indios peruanos cuyo amor a los muertos no modifica el estado de los muertos, el amor de Dios nos resucita de entre los muertos. El amor de Dios vivifica a los muertos.
La forma que Dios encontró para amarnos fue la de enviar su Hijo Jesucristo al mundo. Él es el mensajero del amor divino. Alabemos y adoremos a Dios por tan grande amor y vivamos para él cada día de nuestras vidas en completa gratitud por habernos amado de manera tan rica e intensa.
Antonio Carlos Barro